La época neoclásica se refiere a un movimiento artístico y cultural que surgió en Europa a finales del siglo XVIII y principios del siglo XIX. Se caracterizó por su inspiración en la antigua Grecia y Roma, buscando la simplicidad, la elegancia y la armonía en las creaciones artísticas.
En la música neoclásica, los compositores se alejaron de las complicadas formas barrocas y se centraron en estructuras y formas clásicas más simples. Buscaron capturar la esencia de los estilos de compositores como Mozart, Haydn y Beethoven, enfocándose en la melodía y la claridad en las composiciones.
En el campo de la arquitectura, el neoclasicismo se caracterizó por la utilización de elementos griegos y romanos, como columnas, frontones y proporciones simétricas. Los edificios neoclásicos son reconocidos por su elegancia y simplicidad, reflejando la búsqueda de un estilo atemporal y universal.
En general, la época neoclásica fue un movimiento que buscó revivir los ideales y las formas de las civilizaciones antiguas, adaptándolos al contexto de la época. Representó un rechazo a la excesiva ornamentación del barroco y una vuelta a la simplicidad y la elegancia clásica.