En el mundo de los negocios y las finanzas, es común escuchar términos como devengado y percibido. Estos dos conceptos son importantes para entender cómo se registran y se contabilizan los ingresos en las empresas. Aunque a simple vista puedan parecer similares, en realidad tienen diferencias significativas que es importante conocer para llevar una correcta gestión financiera. En este artículo, explicaremos en detalle cuál es la diferencia entre devengado y percibido, para que puedas manejar estos conceptos con soltura y eficacia en tu negocio.
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Los ingresos son una parte fundamental de la economía de cualquier persona o empresa. Pero, ¿sabes la diferencia entre ingresos percibidos y ingresos devengados? Ambos son importantes, pero afectan de manera diferente a tu economía.
Los ingresos percibidos son aquellos que ya han sido recibidos. Es decir, son los ingresos que se han cobrado y que ya se encuentran en tu cuenta bancaria. Los ingresos percibidos son fáciles de contabilizar, ya que se trata de un ingreso tangible y real.
Por otro lado, los ingresos devengados son aquellos que aún no han sido recibidos. Es decir, son ingresos que se han generado pero que aún no se han cobrado. Por ejemplo, si eres un freelancer y has realizado un trabajo para un cliente, el ingreso devengado es el monto que se acordó por el trabajo realizado, pero que aún no has recibido.
Los ingresos percibidos afectan directamente a tu economía, ya que son los ingresos que tienes disponibles para gastar o ahorrar. Por otro lado, los ingresos devengados son importantes para tu economía a largo plazo, ya que representan los ingresos que se esperan recibir en el futuro.
Es importante tener en cuenta que los ingresos devengados pueden afectar a la contabilidad de una empresa o negocio. Por ejemplo, si una empresa tiene una gran cantidad de ingresos devengados, pero no tiene suficientes ingresos percibidos, puede tener problemas para pagar sus gastos y mantenerse a flote.
Los ingresos percibidos son los ingresos que ya has recibido y que están disponibles para gastar o ahorrar, mientras que los ingresos devengados son los ingresos que se esperan recibir en el futuro y que pueden afectar a la contabilidad de una empresa.
En el mundo de la contabilidad, existen dos conceptos que son fundamentales para llevar un control adecuado de los ingresos y gastos de una empresa: el devengado y el percibido. Ambos términos son utilizados para medir el momento en el que se reconocen los ingresos y gastos en la contabilidad de la empresa.
El devengado se refiere al momento en el que se realizan las transacciones que generan un ingreso o gasto, aunque el dinero aún no haya sido recibido o pagado. Es decir, se trata del momento en el que se genera la obligación de pagar o de recibir una cantidad de dinero.
Por ejemplo, si una empresa realiza una venta a crédito, el ingreso se considerará devengado en el momento en que se realiza la venta, aunque el dinero no se reciba hasta que el cliente pague la factura. De la misma manera, si una empresa adquiere un servicio, el gasto se considerará devengado en el momento en que se recibe el servicio, aunque aún no se haya pagado la factura correspondiente.
El devengado es un principio contable que se utiliza para llevar un control adecuado de los ingresos y gastos de una empresa. En la contabilidad, se utiliza el método de contabilidad de devengo para registrar las transacciones que generan ingresos y gastos.
El método de contabilidad de devengo se basa en el principio de que los ingresos y gastos deben ser registrados en el momento en que se devengan, independientemente de si el dinero se ha recibido o pagado. De esta manera, se puede llevar un control más preciso de los ingresos y gastos de la empresa.
Por ejemplo, supongamos que una empresa realiza una venta a crédito por un total de $1,000. En este caso, el ingreso se considerará devengado en el momento en que se realiza la venta, aunque el dinero no se reciba hasta que el cliente pague la factura. Por lo tanto, la empresa registrará un ingreso de $1,000 en su contabilidad en el momento de la venta.
De la misma manera, si una empresa adquiere un servicio por un total de $500, el gasto se considerará devengado en el momento en que se recibe el servicio, aunque aún no se haya pagado la factura correspondiente. Por lo tanto, la empresa registrará un gasto de $500 en su contabilidad en el momento de recibir el servicio.
La diferencia entre devengado y percibido radica en el momento en que se registran los ingresos y gastos en la contabilidad de la empresa. Como hemos mencionado, el devengado se refiere al momento en que se realizan las transacciones que generan un ingreso o gasto, aunque el dinero aún no haya sido recibido o pagado. Por otro lado, el percibido se refiere al momento en que se recibe o paga el dinero correspondiente a la transacción.
Por otro lado, el percibido se refiere al momento en que se recibe o paga el dinero correspondiente a la transacción.
Es importante tener en cuenta que aunque el devengado y el percibido pueden ser diferentes, ambos son importantes para tener una visión completa de la situación financiera de la empresa. Por lo tanto, es recomendable utilizar ambos conceptos en la contabilidad de la empresa.
En el mundo de las finanzas, es común escuchar los términos «devengado» y «percibido». Ambos conceptos son importantes para entender el estado de tus finanzas, pero tienen significados diferentes.
Lo devengado se refiere al ingreso que has ganado pero que aún no has recibido en efectivo. Es decir, es el dinero que tienes derecho a recibir por tu trabajo o por una inversión, pero que aún no ha sido pagado. Este ingreso puede estar registrado en tus estados financieros, pero aún no ha sido reflejado en tus cuentas bancarias.
Por ejemplo, si eres un empleado que trabaja por horas, lo devengado sería el salario que has ganado durante un periodo de tiempo determinado, pero que aún no has recibido en tu cuenta bancaria.
Lo devengado puede afectar tus finanzas de varias maneras. Por un lado, puede darte una idea de cuánto dinero esperas recibir en el futuro y planificar tus gastos en consecuencia. Por otro lado, también puede afectar tu estado financiero actual, ya que puede ser considerado como un activo en tus estados financieros.
Por ejemplo, si estás buscando un préstamo, el prestamista puede tomar en cuenta el ingreso devengado como un activo en tus estados financieros, lo que podría aumentar tu capacidad de endeudamiento.
En contraste con lo devengado, lo percibido se refiere al ingreso que ya has recibido en efectivo. En otras palabras, es el dinero que has ganado y que ya está en tu cuenta bancaria.
Por ejemplo, si eres un empleado que trabaja por horas, lo percibido sería tu salario que ya ha sido depositado en tu cuenta bancaria.
Es importante tener en cuenta que devengado y realizado son dos términos financieros diferentes que a menudo pueden generar confusión. Sin embargo, comprender la diferencia entre ellos es clave para tener una imagen clara de tus finanzas.
El término devengado se refiere a los ingresos o gastos que se han generado o acumulado en un período determinado, pero que aún no se han pagado o cobrado.
Por ejemplo, si trabajas en una empresa y al final del mes has acumulado una cantidad de horas extras, estas horas están consideradas como devengadas, ya que se te deben pagar en algún momento, pero aún no se han pagado.
En el caso de los gastos devengados, se trata de los gastos que se han generado, pero aún no se han pagado. Por ejemplo, si tu empresa ha recibido una factura por un servicio, pero aún no la ha pagado, ese gasto se considera devengado.
El término realizado se refiere a los ingresos o gastos que se han pagado o cobrado en un período determinado.
Por ejemplo, si trabajas en una empresa y al final del mes te pagan las horas extras que has acumulado, esas horas se consideran como realizadas, ya que se han pagado.
En el caso de los gastos realizados, se trata de los gastos que se han pagado. Por ejemplo, si tu empresa ha recibido una factura por un servicio y ya la ha pagado, ese gasto se considera realizado.
Es importante tener en cuenta que la diferencia entre devengado y realizado puede afectar tus finanzas de diferentes maneras.
Por ejemplo, si tienes una empresa y tienes muchos gastos devengados pero pocos gastos realizados, puede ser que tu flujo de efectivo sea negativo, ya que tienes muchas deudas acumuladas que aún no has pagado. Por otro lado, si tienes muchos ingresos devengados pero pocos ingresos realizados, puede ser que tengas dificultades para pagar tus gastos corrientes.
En conclusión, la diferencia fundamental entre devengado y percibido se basa en el momento en que se produce el reconocimiento contable de la transacción. Mientras que el devengado se refiere a la contabilización de ingresos y gastos en el momento en que se genera la transacción, el percibido se refiere a la contabilización de ingresos y gastos en el momento en que se reciben o pagan. Es importante entender esta diferencia para llevar a cabo una gestión adecuada de las finanzas de una empresa o institución.